Zhu

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lunes, 2 de diciembre de 2013

Señores y Señoras, queda abolido el estado del bienestar

Estamos al final de la era de la motorización, la curvas de producción de crudo caen en picado desde 2005, tal es el índice de caída que se han visto obligados a rellenarla con “otros líquidos” como los biocombustibles, no obstante la caída es ya imparable, eso significa volver a los niveles de motorización de 1932, si, pero ¡con 7.000 millones de habitantes en vez de 2.500! Alertados de tales perspectivas, las élite han tomado sus medidas, primero, trasvase del capital productivo al especulativo, hoy par obtener una saneada tasa de ganancia, ya no es necesario una empresa manufacturera, basta con especular en el casino financiero, la manufactura se ha enviado países de bajo coste laboral mediante la farsa de la globalización, así, la producción de gadgets ha pasado a Asia, las antiguas poblaciones industriales europeas ya no son necesarias, es preciso su exterminio, de esta manera se matan dos pájaros de un tiro, se eliminan industrias obsoletas y costosas y a un proletariado reivindicativo y lleno de derechos.
La eliminación, siguiendo el ejemplo ya probado en el III Reich es secuencial y por etapas, de esta manera se elimina el estado del bienestar, ello conlleva la desaparición vegetativa de los viejos, enfermos y marginales, en una primera etapa, la emigración forzosa y otras “soluciones finales” harán el resto, el objetivo es una drástica reducción de población a nivel global, compatible con el mantenimiento del sistema donde el combustible que lo mueve es cada vez más escaso. Sin petróleo no solo es imposible mover los vehículos, tampoco es posible fabricar plásticos, fertilizantes, ni producir electricidad. Y sin ello es imposible un crecimiento exponencial indefinido propio de un combustible barato e inagotable. Dado que sobra población respecto al combustible disponible, también sobran empresas que fabriquen para dicha población, por lo que la creación de empleo en vez de una solución, añade mas carga al problema.
Naturalmente todo esto no se le dice a la población, quedando como secreto en las más altas esferas, a la población se le mantiene en la falsa promesa de una próxima recuperación económica basada en “grandes sacrificios”, unos sacrificios que hacen disminuir su esperanza de vida y sus perspectivas de vida decente. La bola de nieve de la debacle aumenta, llegará a su cenit cuando no sea posible pagar las pensiones y le gente empiece a morir directamente de inanición, pero para entonces ya estarán instaladas las dictaduras con las que amenazaba Durao Barroso hace unos años.

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